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Arboles muertos y mucha tinta

No sé si he sido claro y otros cuentos (1985)

No sé si he sido claro y otros cuentos (1985)

Autor: Roberto Fontanarrosa

Edita: De la Flor, Buenos Aires, 1998

 

Decir a esta altura que Roberto Fontanarrosa era uno de los mejores humoristas que la lengua española diera en el siglo XX (a la altura de tipos como Jardiel Poncela, Gila y César Bruto) por su manejo de la sátira y su maravillosa habilidad para reflejar el hablar cotidiano del argentino medio en sus cuentos e historietas, ya es una perogrullada.  Uno sabe que se va a reír cuando toma en sus manos una de sus obras. Que es lo que me pasó aquí: los cuentos de este libro me sacaron más de una carcajada.

Uno podría dividir básicamente a los cuentos del libro en dos categorías: las parodias de géneros o estilos informativos y aquellos cuentos que juegan con los tópicos locales de la cultura popular de Argentina como el fútbol o el tango. Los primeros demuestran la habilidad de Fontanarrosa para parodiar generos y estilos literarios. Así cuantos como “Viaje la país de los naninga” o “Cinco hombres en la cabaña” (una demoledora parodia de los cuentos de Jack London) son ejercicios donde los elementos tópicos son retorcidos y reducidos al absurdo de maneras increíbles.

La segunda vertiente tiene el problema de que necesitan de cierto contexto local para disfrutarse plenamente. NO están escritos en castellano neutro sino que aprovecha muchas veces de argentinismos. Además hay contextos, referencias, detalles que son disfrutables solo por el que conoce bien la cultura argentina. Ahora, si uno puede obviar ese problema el disfrute es pleno. Cosas como “Experiencia en El Cairo” (un cuento perteneciente a su ciclo de la mesa de los galanes, tal vez el mejor reflejo de la conversación masculina de café que se me puede ocurrir) o el relato que titula al libro son obras que pueden se medio abstrusas para el extranjero pero que un argentino no puede dejar de disfrutar.

NO tengo que agregar que si quieren pasar un buen rato riéndose, este libro cumple con creces. Si nunca lo probó, vaya y lea este libro (o algún otro o las historietas) del Negro Fontanarrosa. Se va a reir.

 

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